Leire Sopuerta Biota. Madrid
Una vez finalizada la legislatura y terminada la actividad parlamentaria es buen momento para hacer balance y recuento del trabajo desarrollado por las Comisiones de Sanidad del Congreso de los Diputados y del Senado. Ambas se caracterizan por ser de las comisiones más activas y trabajadoras y las cifras lo demuestran. Los diputados sanitarios han aprobado estos últimos años cinco proyectos de ley, dos proposiciones de ley y cerca de 90 proposiciones no de ley. Los senadores, por su parte, han sacado adelante seis proyectos de ley, dos proposiciones de ley y 45 mociones. Unos y otros han debatido y trabajado en muchas más, pero las algunas de estas iniciativas han sido rechazadas.
Gaspar Llamazares, presidente de la Comisión de Sanidad del Congreso.
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Los proyectos de ley aprobados en la Comisión de Sanidad, Política Social y Consumo del Congreso han sido el proyecto de ley de Salud Pública; el proyecto de ley de adaptación normativa a la Convención internacional sobre los derechos de las personas con discapacidad; y el proyecto de ley de Seguridad Alimentaria y Nutrición. Estos tres de carácter sanitario. A ellos se unen el proyecto de ley por la que se establece el régimen sancionador previsto en los Reglamentos relativos al registro, evaluación, autorización y restricción de las sustancias y mezclas químicas y sobre la clasificación, el etiquetado y el envasado de sustancias y mezclas, que lo modifica, y el proyecto de ley por la que se modifica el régimen legal de la competencia desleal y de la publicidad para la mejora de la protección de los consumidores y usuarios.
También han dado luz verde a dos proposiciones de ley referidas a las modificaciones de las leyes del tabaco y la de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios. Asimismo, ha dado el visto bueno a cerca de 90 proposiciones no de ley, de las cuales cerca de 80 son sanitarias y el resto tratan de asuntos de consumo o política social.
Entre las proposiciones no de ley aprobadas están la relativa al papel de la Atención Primaria en enfermedades crónicas, el rechazo a las fórmulas de copago, la mejora de la financiación de la Ley de Dependencia, la planificación de los recursos humanos en el sistema sanitario, el cuidado de los hijos con cáncer, el reconocimiento de la especialidad médica de Enfermedades Infecciosas, o la implantación de los cuidados paliativos y el testamento vital. También se han aprobado proposiciones no de ley sobre el impulso a la donación en vivo, los trastornos alimentarios, la extensión del cribado neonatal, el reconocimiento de la migraña como enfermedad crónica, el consumo de alcohol en menores, la presencia de centros psiquiátricos en instituciones penitenciarias o la puesta en marcha de una biblioteca de guías de práctica clínica del Sistema Nacional de Salud.
Josep Maria Esquerda, presidente de la Comisión de Sanidad del Senado.
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La Comisión de Sanidad del Senado, por su parte, ha aprobado seis proyectos de ley. A los cinco del Congreso se une una más relativa a la contratación de préstamos o créditos hipotecarios. Asimismo, ha trabajado en las modificaciones de la ley del tabaco y la de uso racional del medicamento y ha dado luz verde a 45 mociones, la mayoría de ámbito sanitario y sociosanitario.
Entre las iniciativas aprobadas por los senadores sanitarios están aquellas que instan al Gobierno a elaborar un plan de financiación, fomentar el uso de genéricos, regular la cirugía estéticas, adoptar medidas sobre la prescripción de la píldora poscoital, o a agilizar el proceso de homologación de los títulos de médicos extranjeros. Asimismo, desde la Comisión de la Cámara Alta se ha apostado por fijar una nueva organización de la formación de las especialidades en ciencias de la salud, crear unidades de ictus en todo el territorio español o paliar el endeudamiento sanitario de las comunidades. A ello se suma el trabajo de la Comisión en la Ponencia de estudio de las necesidades de recursos humanos en el Sistema Nacional de Salud.
Concluido el trabajo, solo cabe reflexionar sobre la utilidad de estas iniciativas, aprobadas la mayoría por unanimidad, con el esfuerzo que eso conlleva, y, sobre todo, del recorrido que tienen.
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